Apostol

Camino Francés

Etapa

11

Cultura

Belorado

Belorado se ubica al este de la provincia de Burgos, próximo a La Rioja en las estribaciones de la Sierra de la Demanda.
Su origen es celta como demuestran los restos arqueológicos y epigráficos encontrados.
El apogeo económico de Belorado fue temprano porque era cruce de caminos entre el valle agrícola y la sierra ganadera, por influencia del Camino de Santiago y porque estaba entre reinos distintos (Castilla y Navarra) que favorecían a la villa para atraerla.
En el siglo X, el primer conde castellano independiente, como agradecimiento a que en Belorado le libraron de los hierros con que le tenía preso el Rey de Navarra, concedió a la villa el privilegio de celebrar mercado los lunes, costumbre que anima todavía la Plaza Mayor.
Cuando a principios del siglo XI Sancho III el Mayor de Navarra modificó el trazado del Camino de Santiago, desde Nájera hasta Santo Domingo de la Calzada y Belorado, nuestra villa alcanzará momentos de esplendor.
Debemos hacer mención a la importancia que tuvo la judería de esta localidad, que se desarrolló durante los siglos XI al XV. Incluso en algunas épocas gozó del privilegio real de no pagar impuestos en las arcas reales.
En 1116, Alfonso I el Batallador (rey navarro-aragonés), le concedió el fuero y entre los privilegios que recoge, le permite celebrar una feria que es la más antigua documentada en la historia de España.
Su significado como punto importante queda patente en el Códice Calixtino donde Americ Picaud la menciona con el nombre de Belforatus o «hermoso agujero».
El carácter comercial de la villa se vio reforzado tras la concesión en 1128 por Alfonso VII de Castilla de una aduana para las mercancías procedentes de Aragón y Cataluña.
Su desarrollo fue en aumento y a principios del siglo XIII, en el reinado de Alfonso VIII, por privilegio real pudo el Concejo de la Villa usar sello que legitimara sus documentos. Por su importancia en las peregrinaciones quedan en el sello concejil una torre y una estrella símbolo de Compostela, meta de los peregrinos, incluso la inscripción es alusiva: “Señor muéstrame tus caminos”.
Su apogeo pervivió a lo largo del siglo XIII, potenciado especialmente por Alfonso X el Sabio que en sus estancias en la Villa le hizo importantes donaciones, y parte del siglo XIV en que Pedro I el Cruel agradeció a sus moradores el apoyo en las guerras fratricidas; tras su muerte, la nueva dinastía castigó a la Villa que perdió su carácter de realengo y se castigó especialmente a la judería a quien fue agravando con impuestos y trabajos cada vez más humillantes, provocando con su diáspora la decadencia de Belorado.
Los Reyes Católicos con su decreto de expulsión acabaron de arruinarla.
En la Edad Moderna, Belorado perteneció al Señorío de los Condestables de Castilla contando con importantes familias nobiliarias, de hecho se pueden contemplar algunas casas con escudos de gran calidad estética.

Beliforanos de gran relevancia:
Simón Ruiz Embito (1525-1597): financiero entre cuyos clientes se contaba Felipe II. Su archivo es de gran importancia ya que recoge incluso datos sobre acontecimientos políticos del siglo XVI en España.
Hipólito Ruiz López (1754-1816): farmacéutico y botánico. Director de la Expedición Botánica al Virreinato del Perú trajo consigo la quina que tanto proporcionó a la medicina de la época y un gran número de plantas más. Escribió el libro “Quinología o tratado del árbol de la Quina”.
Raimundo de Miguel y Navas (1816-1878): catedrático español de Retórica y Poética. Escribió el “Nuevo Diccionario Latino-español etimológico” (1867).
Feliciano Manuel Vitores: natural de Belorado. Empresario audaz Gracias a él se realizó la primera película sonora del celuloide patrio.

Tosantos

En Tosantos cabe destacar la ermita rupestre de la Virgen De La Peña, excavada en la roca. Dentro se venera una imagen románica de la virgen, del siglo XII.

Villambistia

La Tradición de Villambistia
Cuentan las Leyendas del Camino que un peregrino de no se sabe que siglo, cansado de un duro trayecto comenzado en Redecilla del Camino, bajo un sol de justicia, tuvo síntomas de debilidad unos kilómetros más allá de Belorado.
Cuentan que un ancestral anciano del lugar, al verle en tan precaria situación, le habló de La Tradición de Villambistia, que consiste en remojar por completo tu cabeza en la Fuente del pueblo por la que atraviesa el Camino de Santiago. Ese remojón provoca un despeje absoluto del cansancio en los momentos más difíciles, como los que en ese momento pasaba nuestro peregrino. El peregrino llegó a Santiago, y comentó tal hecho a sus conpañeros peregrinos, que siglo a siglo y de boca en boca, han convertido la Tradición de Villambistia en un ineludible paso por ella si se quiere llegar a Santiago en condiciones.
Se puede visitar la poderosa iglesia de San Esteban, ajada por el paso de los años, pero aún en servicio.
El lugar conserva un tramo del trazado antiguo de la calzada.

Espinosa del Camino

En la iglesia parroquial de la Asunción, se puede admirar una talla románica de San Indalecio, discípulo de Santiago, al que acompaño en la evangelización Hispana junto con los otros 6 varones apostólicos. Consagrado Obispo evangelizó la comarca de Anca (Villafranca) Sus reliquias se veneran devotamente en la catedral de Jaca.

Villafranca Montes De Oca

Villafranca Montes de Oca fue antigua sede episcopal de Auca (oca, en latín), trasladada primero a Gamonal y posteriormente a Burgos por Alfonso VI en el siglo XI.
La iglesia parroquial de Santiago es un edificio remodelado, llevado a cabo a finales del siglo XVIII, también tuvo un hospital llamado «El Hospital de la Reina», ya que fue ordenada su construcción por Doña Juana Manuel, esposa de Enrique II de Castilla.
Poco antes de llegar a la población y a la derecha del Camino, se pueden apreciar los restos de la cabecera de un templo prerrománico: San Félix de Oca, lugar donde recibió sepultura el fundador de Burgos el conde Diego Porcelos.
Por el lado del valle (hay que ir expresamente, ya que la ruta se desvía a la derecha) se encuentra la ermita de la Virgen de Oca, lugar donde la tradición cuenta que, junto a un manantial, fue martirizado San Indalecio, discípulo de Santiago

San Juan de Ortega

San Juan de Ortega nace en Quintanaortuño (Burgos), en 1080. Hijo de una familia adinerada, fue uno de los grandes promotores del camino, y junto con su maestro Santo Domingo de la Calzada colaboró en la construcción de puentes y caminos. Murió en Nájera en 1163. Su cuerpo fue trasladado al actual monasterio de San Juan de Ortega y enterrado en la misma capilla románica de San Nicolás que él ayudo a levantar. La iglesia románica, con tres hermosos ábsides y gran crucero, se terminó de construir a finales del gótico. En su interior se conserva un mausoleo del santo tallado por Gil de Siloé de estilo isabelino. Son también de gran interés iconográfico sus capiteles, especialmente el que representa el combate del gigante Ferragut y Roldán, así como el triple capitel con el ciclo de la Navidad. Este último, a las 5 de la tarde de los días equinocciales es iluminado por un rayo de sol que entra por una ventana de la iglesia. Este hecho es conocido como el misterio o el milagro de la luz.