Apostol

Camino Francés

Etapa

14

Cultura

Hornillos del Camino

Es uno de los ejemplos más singulares de «pueblo camino», con una única calle, la Calle Real. Fue un importante enclave en la ruta medieval, hubo una leprosería fundada en 1.156 por Alfonso VII, y otros hospitales dieron cobijo a muchos peregrinos enfermos, entre ellos, quizás el más recordado, sea: La Malatería de San Lázaro, cuyos restos aún se pueden ver antes de entrar en el pueblo.
Su iglesia Parroquial que es un templo gótico dedicado a Santa María recibió en 1.360, de varios prelados de Aviñón y del Obispo de Burgos, el privilegio de conceder a los peregrinos hasta 40 días de indulgencias en determinadas fechas.
Dos puentes medievales, uno sobre el río Hormazuela y otro sobre un riachuelo, son también dignos de mención.
En el año 1936, aparecieron unos sepulcros visigóticos, donde se encontró bastante cerámica y otros metales de gran valor. En la puerta de una de las casas hay un sepulcro esculturado sirviendo de dintel.

San Bol

San Bol no es más que una pequeña edificación sobre unas antiguas ruinas, en una zona arbolada con una fuente y una pequeña alberca, el lugar se utiliza como albergue de peregrinos y es uno de los más enigmáticos del camino, por su aislamiento en medio de los páramos castellanos, por su singular belleza y también por su historia.
En San Bol nace un manantial de agua pura y cristalina en el que tradicionalmente los peregrinos se lavaban los pies, cuando no el cuerpo entero y dice la tradición: «que quien así lo hace, a Santiago llega sano».
En otro tiempo existió en este lugar una leprosería (1352) y posteriormente un monasterio de la Orden de San Antonio que contaba con un hospital de peregrinos. Así mismo, existió también una pequeña ermita que estaba situada sobre el Camino de Santiago, y mucho tiempo atrás existió un poblado, probablemente llamado San Baudilio, habitado en su mayor parte por judíos sefarditas. Dicho pueblo quedo abandonado en 1.503, once años después del decreto de expulsión promulgado por los Reyes Católicos. Desde entonces, y hasta hoy, son muchas las leyendas sobre tesoros ocultos que recorren esta región.

Hontanas

La hospitalaria villa de las fuentes, de ahí viene el nombre «Hontanas», aún conserva, como vestigio jacobeo, un edificio llamado Mesón de los Franceses» antiguo hospital de peregrinos, hoy magníficamente restaurado y habilitado como albergue de peregrinos.
Su parroquia de la Inmaculada Concepción es una poderosa iglesia del siglo XIV.

Castrojeriz

Fue un castro celtibérico, posiblemente también romano y posteriormente visigodo, y sin duda su ruinoso castillo fue testigo de toda suerte de batallas entre cristianos y árabes, pero es en el año 1.131 cuando Alfonso VII la hizo definitivamente castellana.
La población se desarrolló en el costado sur del cerro del castillo, y a lo largo del camino, casi un kilómetro y medio de longitud, se levantaron iglesias, hospitales (hasta siete se llegaron a contar a finales de la edad media), mesones y todo tipo de comercios.
Empezando por la Colegiata de Nuestra Señora del Manzano templo románico ampliamente remodelado en el siglo XVIII, continuando con las iglesias de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros y el templo fortaleza de la iglesia de San Juan con su hermoso claustro del siglo XIV, en donde se puede apreciar un artesonado mudéjar, y terminando por el monasterio de Santa Clara situado extramuros, y las evocadoras ruinas del convento de San Francisco podemos decir de Castrojeriz que es una de las localidades del camino con mayor monumentalidad.