Ruta principal
Triacastela
Triacastela, «Los tres Castillos», de los que nada queda ni apenas se sabe. Algunos estudiosos señalan que el significado es: «hacia Castilla». Los primeros documentos que se conocen de esta villa corresponden al siglo X, durante el reinado de Alfonso IX.
Su iglesia parroquial de Santiago es del XVIII, reconstrucción de otra anterior mucho más antigua de hechura románica, que se halla a pie del Camino.
Muchos han sido los peregrinos que han utilizado la Villa para pernoctar o reponer fuerzas, algunos muy ilustres: Los Reyes Católicos, el 15 de septiembre de 1486; el Emperador Carlos, el 22 de Marzo de 1520; Felipe II, paso por esta localidad, camino de Galicia y de Inglaterra, para contraer matrimonio con María Tudor.
Hubo varios hospitales de peregrinos, siendo el más importante el que se cita como «espital del Señor San Pedro». En las dependencias de uno de ellos, que dicen que fue cárcel de peregrinos revoltosos, aún se pueden ver los «grafittis» de los reos.
Sancristobo
Renche
Samos
Samos es una pequeña localidad, emplazada en un pequeño y angosto Valle, a la derecha del río Ouribio, que nace y crece a la vera del Monasterio, cuya fundación parte de la más alta Edad Media y que se atribuye a San Martín Dumiense, allá por el siglo VI. El monasterio es una inmensa mole realmente impresionante, posee dos magníficos claustros, construidos en el siglo XVI, el llamado «principal», que corresponde al más pequeño y el «grande» de líneas clasicistas y cuyo tamaño alcanza los 54 metros de lado.
La Iglesia es monumental, su construcción se inició en el año 1733, bajo la dirección del maestro Juan Vázquez. Resulta espectacular su gran fachada occidental.
A lo largo de la historia, este Monasterio, que por decisión de los Reyes Católicos se afilió en la Congregación de San Benito de Valladolid, ha superado toda clase de vicisitudes: incendios, desamortización, etc., para seguir siendo un lugar de gran relevancia artística, con una historia inacabable y de una grandiosidad y belleza sobrecogedora.
Teiguín
Ayan
Sarria
De la Villa de Sarriá, hay que destacar el casco viejo, que ocupa la ladera del un «outerio», en cuyo lugar y en la antigüedad más remota hubo un asentamiento romano. Posteriormente fue repoblada por el Rey Alfonso IX y durante la Edad Media establecieron su sede en el castillo los señores feudales Condes de Sarriá.
Merecen especial atención el templo parroquial de Santa Marina, edificado sobre otro anterior de corte románico. La iglesia del Salvador, de base románica y a pie del Camino. El convento de la Magdalena, de gran tradición hospitalaria en el medioevo que fue fundado por dos monjes italianos de la Congregación de la Penitencia de los Mártires de Cristo, bajo la regla de San Agustín.
Ruta alternativa
Triacastela
Triacastela, «Los tres Castillos», de los que nada queda ni apenas se sabe. Algunos estudiosos señalan que el significado es: «hacia Castilla». Los primeros documentos que se conocen de esta villa corresponden al siglo X, durante el reinado de Alfonso IX.
Su iglesia parroquial de Santiago es del XVIII, reconstrucción de otra anterior mucho más antigua de hechura románica, que se halla a pie del Camino.
Muchos han sido los peregrinos que han utilizado la Villa para pernoctar o reponer fuerzas, algunos muy ilustres: Los Reyes Católicos, el 15 de septiembre de 1486; el Emperador Carlos, el 22 de Marzo de 1520; Felipe II, paso por esta localidad, camino de Galicia y de Inglaterra, para contraer matrimonio con María Tudor.
Hubo varios hospitales de peregrinos, siendo el más importante el que se cita como «espital del Señor San Pedro». En las dependencias de uno de ellos, que dicen que fue cárcel de peregrinos revoltosos, aún se pueden ver los «grafittis» de los reos.
San Xil
Montán
Furela
Pintín
Calvor
Aguiada
Sarria
De la Villa de Sarriá, hay que destacar el casco viejo, que ocupa la ladera del un «outerio», en cuyo lugar y en la antigüedad más remota hubo un asentamiento romano. Posteriormente fue repoblada por el Rey Alfonso IX y durante la Edad Media establecieron su sede en el castillo los señores feudales Condes de Sarriá.
Merecen especial atención el templo parroquial de Santa Marina, edificado sobre otro anterior de corte románico. La iglesia del Salvador, de base románica y a pie del Camino. El convento de la Magdalena, de gran tradición hospitalaria en el medioevo que fue fundado por dos monjes italianos de la Congregación de la Penitencia de los Mártires de Cristo, bajo la regla de San Agustín.