Roncesvalles
La «Chanson de Roland», allá por el año 778, es la que hará de Roncesvalles un lugar emblemático, al situar allí la famosa batalla en la que el sobrino de Carlomagno, llamado Roldan y los Doce Pares, que formaban la retaguardia del ejercito, se vieron sorprendidos y aniquilados por 50.000 sarracenos. Roldán, mal herido, sopló el Olifante para avisar a su tío, con tal ímpetu, que reventaron el cuerno y las venas del héroe.
Es en el siglo XII, el Obispo de Pamplona con la ayuda del rey Alfonso I el Batallador, fundó el Gran Hospital de Roncesvalles, para acoger a «Paganos, herejes, judíos, vagabundos, etc,» como reza un viejo poema del siglo XIII.
Más tarde, formando parte del conjunto hospitalario, se levantó la Colegiata de Nuestra Señora, ocurrió bajo la protección de Sancho VII el Fuerte, rey navarro muy corpulento, (media más de dos metros) vencedor en la batalla de las Navas de Tolosa y cuyos restos reposan en un sepulcro de la sala capitular en la Colegiata. Durante nueve siglos han sido los canónigos regulares de San Agustín los que han acogido a millones de peregrinos camino del Santo Sepulcro
Burguete
Espinal
Viscarret
Fue, hasta la fundación del hospital de Roncesvalles, final de etapa obligada. Aún en pleno siglo XII, la guía del Peregrino Medieval, se olvida del hospital recién fundado, y cita a «Biscarretum» como fin de la primera etapa en territorio español. La iglesia parroquial, consagrada a San Pedro, es un edificio románico de transición del siglo XIII, recientemente modificado.
Linzoain
Erro
Zubiri
Su puente gótico sobre el Arga de dos ojos de medio punto, llamado de «La Rabia» a causa del rito tradicional de la comarca, de hacer dar al ganado tres vueltas en torno a su pilar central para librarlo de esta enfermedad. Este poder es atribuido, según la tradición, a las reliquias de Santa Quiteria, enterradas en el mismo estribo del puente.
La iglesia parroquial, dedicada a San Esteban, sólo conserva de su fabrica medieval los muros. De su pretendido hospital de leprosos de la Magdalena, no quedan rastros identificados.
Larrasoaña
Puente gótico bautizado como «de los bandidos» del siglo XIV y alusivo a los bandoleros que en lugares de tráfico obligado como éste, se dedicaban a expoliar a los peregrinos. Lugar de notable tradición jacobea, ya en el siglo XII se le citaba como lugar de paso, pero hay noticias del siglo XI de un hospital y un monasterio de monjes de San Agustín, orden muy activa en la atención a los peregrinos a Santiago.
De algo más tarde data su iglesia parroquial, consagrada a San Nicolás de Bari, santo muy presente en la ruta jacobea, como uno de los principales protectores de los peregrinos.