Apostol

Camino Francés

Etapa

8

Monumentos

Logroño

Iglesia parroquial de Santiago el Real

Según la tradición, esta se levanta sobre otra mandada edificar por Ramiro I, tras su legendaria victoria de Clavijo. Todos sus motivos ornamentales están consagrados al Apóstol, empezando por la fachada meridional, barroca, que nos presenta a Santiago en sus dos grandes versiones iconográficas: «El Matamoros», una impresionante estatua del Santo (siglo XVII) a lomos de un brioso semental, y «El Peregrino» situado debajo del anterior. El retablo mayor también está dedicado a Santiago, con una talla del siglo XV, junto a la Virgen de la Esperanza, que es la Patrona de la Ciudad. Es una talla sedente, de estilo gótico del siglo XIV, que fue salvada de un incendio en el año 1500.

Al final de la prolongación de la Rúa Vieja, aún se conserva la puerta muralla por donde salían los peregrinos.

Puente

El peregrino hace su entrada en Logroño por el gran puente de piedra, construido sobre el caudaloso río Ebro. El actual puente, levantado a finales del siglo pasado, sustituyó al medieval, mandado construir, según refiere la crónica de Alfonso VI, por este gran Rey, uno de los mayores impulsores del Camino. De la importancia estratégica de este puente en el camino, nos da idea el hecho de que fue reparado por Santo Domingo de la Calzada y posteriormente por su ayudante y discípulo San Juan de Ortega. Llego a tener 12 arcos y tres torres defensivas Los orígenes históricos de Logroño se pierden en referencias poco fiables, el echo cierto es que fue recuperada del poder musulmán en el siglo X, por Sancho Garcés de Navarra y Ordoño II de León, a partir de cuyo momento no pasó de ser un insignificante asentamiento agrícola. Logroño comienza a cobrar importancia a finales del siglo XI, cuando Alfonso VI, después de arrasada la población por el Cid en 1092, manda construir el famoso «puente de piedra» con intención de crear un núcleo de población capaz de defender el estratégico paso sobre el Ebro. Por esta razón le concede un ventajoso fuero.

Iglesia de Santa María de Palacio

Esta monumental iglesia se levantó la iglesia de Santa María de Palacio en el siglo XI-XII. Es un monumento, que conserva un precioso claustro gótico y la peculiar torre piramidal de estilo románico-ojival, que los logroñeses llaman «la aguja».

Iglesia Catedral de Santa María de la Redonda

Este templo se encuentra fuera del itinerario jacobeo, es gótica del siglo XV con dos esbeltas torres gemelas, que fueron añadidas posteriormente en el siglo XVIII, así como el retablo pétreo de la portada occidental.

Navarrete

Iglesia de la Asunción

La Iglesia de La Asunción de Navarrete es una construcción en sillería de tres naves y cubierta con crucerías. Se comenzó su construcción en el año 1553, a cargo de Juan de Vallejo u Haernando de Mimenza e intervinieron canteros de la talla de Juan Pérez de Solarte o Pedro de Aguilera, que la concluyen en 1645.

Hospital de peregrinos de San Juan de Acre

Junto al viejo camino de tierra, un poco antes de llegar a Navarrete, recientes excavaciones arqueológicas han sacado a la luz los restos del hospital de peregrinos de San Juan de Acre, mandado construir a finales del siglo XII por María Ramírez. Sus ventanas y su hermosa portada, se conservan por que fueron desmontadas piedra a piedra, a finales del siglo pasado y reutilizadas como puerta del cementerio de la localidad.

Ventosa

Iglesia de San Saturnino

Situada en lo más alto de la colina y rodeada por el pueblo, se encuentra esta esbelta iglesia. Su construcción es de sillería, su torre de sección cuadrada, levantada en ladrillo a finales del XVII sobre la base de piedra sillar de otra anterior; remata la actual una pirámide de ocho facetas. Portada gótica del XVI.

Nájera

Puente

Puente sobre el río Najerilla, consta de siete ojos, cuya construcción se atribuye al santo arquitecto Juan de Ortega.

Iglesia y Monasterio Santa María La Real

En 1052 Don García, el gran rey najerense hijo de Sancho «el mayor», fundó el monasterio y la iglesia de Santa María La Real, donde se puede contemplar los elementos de la leyenda de la «Orden de la Terraza» que cuenta que estando Don García de caza, su halcón se adentró en una cueva y descubrió una imagen de la virgen iluminada por una lámpara y con una terraza de azucenas en sus pies, hecho que explica el nombre de la primera orden de caballería hispana, fundada a raíz de este acontecimiento. Bajo la iglesia se encuentra el Panteón Real, donde descansan los reyes y reinas del antiguo reino de Navarra.

San Millán de la Cogolla

Desde el principio de la historia del Camino Francés, los peregrinos que escogían esta ruta para llegar a Santiago, se desviaban, desde la ciudad de Nájera, para visitar los monasterios de San Millán de la Cogolla y Suso.

Este último monasterio tuvo su origen en el cenobio del anacoreta del siglo VI, San Millán, que era conocido por su santidad. Su fama

hizo posible el establecimiento de una comunidad de monjes, que se hicieron famosos por su labor de copistas. De toda su gran colección de códices y manuscritos, destaca por su importancia y belleza el llamado «Códice Emilianense», perteneciente al siglo X.

Monasterio de Santa Elena

En el siglo XVI, Aldonza Manrique, hija de los Duques de Nájera, fundó el Monasterio femenino de Santa Elena, de obediencia franciscana, del cual hoy quedan en pie su templo y su claustro.

El templo es la única zona que se puede visitar. Pertenece al siglo XVII. Lo más interesante son sus magníficos retablos. Dos de ellos son de estilo rococó, uno de los cuales alberga una talla barroca de la Inmaculada de muy buena factura. El retablo mayor, de estilo barroco, presenta banco, un cuerpo de tres calles y la coronación. Es obra del maestro Mateo Rubalcaba y su titular es Santa Elena, representada según la iconografía tradicional.